Habilidades
Adaptabilidad
Entrar a la universidad requirió la capacidad de adaptarse y ser flexible desde el principio. Sin embargo, lo que realmente me hizo aprender estas habilidades y ejercitarlas todos los días fue convertirme en tutora en Gators for Refugee Medical Relief. Di clases particulares a niños de 5 a 10 años una vez a la semana, dependiendo de cuántos niños decidí aceptar durante el semestre. Esta fue la primera vez que enseñé a niños más pequeños, ya que solo tenía experiencia enseñando a adolescentes y adultos. Como nuestras sesiones de tutoría se realizaron principalmente en línea a través de una llamada de zoom, resultó difícil captar la atención y el entusiasmo de los niños. Debido a esto, tuve que aprender a ser proactiva y flexible en mi enseñanza, identificando el estilo de aprendizaje preferido de mis alumnos y entendiendo su nivel de comprensión para poder adaptar mis clases y ser eficaz en mi enseñanza. Reconociendo el hecho de que algunas clases no se desarrollarían según lo planeado y que algunas sesiones a veces podían ser impredecibles, aprendí a tomar estos desafíos con calma y a poder adaptarme a ellos en el acto.
Liderazgo
Para mí, liderazgo significa salir de mi zona de confort cuando es necesario, priorizar las necesidades de los demás y, lo más importante, cuidar del equipo mientras impulsamos a todos hacia adelante. Como uno de los directores de logística en Rangeelo Raas, fui responsable de crear y explicar el horario de competencia del fin de semana de 300 bailarines y 35 miembros de la junta directiva. Durante el fin de semana de competencia, tenemos 8 equipos de baile universitarios de otros estados que llegan a Tampa, y es nuestra responsabilidad dirigirlos hacia y desde el aeropuerto, hotel, sala de práctica, sala de mixer y lugar de competencia. Este año, una de nuestras vans de alquiler tuvo un pequeño accidente (que no resultó en heridos), lo que desafortunadamente nos retrasó el horario y dificultó el transporte para los miembros de nuestra junta directiva y los bailarines. Yo, junto con las demás directoras de logística, actuamos como líderes y nos aseguramos de que nadie resultara herido, alertamos a la empresa de vans, alquilamos otra van y actualizamos los horarios de todos los involucrados. Aunque fue un accidente que ninguno de nosotros podría haber predicho, me enseñó a ser una buen líder cuando otros me necesitaban.
Trabajo en equipo
Aunque las habilidades de trabajo en equipo se pueden desarrollar a través de la escuela (como proyectos grupales, presentaciones y similares), todavía no había experimentado el trabajo en equipo en mi campo de interés hasta que empezé como aprendiz en Carson Springs. Al convertirnos en apredinces de cuidadoros de animales, nuestras responsabilidades incluían cuidar de los animales que nos asignaron, preparar sus dietas y garantizar su seguridad y bienestar. Como teníamos más de 50 animales y, por lo general, solo tres cuidadores y tres aprendices a la vez, teníamos que asegurarnos de trabajar de la manera más eficiente posible. Comenzamos una lista de tareas pendientes para que la siguieran todos los aprendices, especificando qué persona es asignada a qué tarea. Además, a lo largo del día, nos aseguramos de asumir las responsabilidades de limpieza de la manera más uniforme posible para garantizar la equidad. A través de esta experiencia de la vida real, pude aprender a trabajar de manera rápida y eficiente en equipo, mientras también me divertía y disfrutaba mi tiempo con los animales.
Oratoria
En la secundaria, tomé varias clases de actuación y una clase de oratoria de nivel universitario. Estos cursos me enseñó a tener más confianza y a aprender a hablar correctamente ante una audiencia. Sin embargo, después de que empezó la pandemia de covid-19, con los protocolos de cuarentena y aislamiento de seguridad fue difícil retener todo lo que había aprendido en el colegio. No fue hasta mi segundo año de universidad que tuve la oportunidad de practicar mis habilidades para hablar en público una vez más. Me convertí en asistente de idioma (LA) en el English Language Institute, donde mi trabajo consistía en crear y enseñar clases de inglés a un salón de 10 a 15 estudiantes internacionales, todos de diferentes edades y orígenes culturales. Como asumí el papel de maestra y tenía la responsabilidad de dirigir la clase y las actividades, tuve que acostumbrarme rápidamente no solo a hablar en público, sino también a interactuar activamente con mi audiencia y mis estudiantes. Ser LA por un año me infundió un sentido de confianza que había perdido anteriormente durante la pandemia y que aún conservo hasta el día de hoy.